martes, 7 de septiembre de 2010

RELOJ DESPERTADOR DE SOBREMESA

No sé su antigüedad, sólo sé que estaba ya en casa de mis abuelos a principios de los años 30 del siglo pasado.
Recuerdo a mi abuela dándole cuerda todas las noches con la llavecita que lleva sujeta a la puerta trasera, desde la que se ve toda la maquinaria.
Mi padre lo odiaba, lo llamaba despectivamente "el caldero" por el ruido que hacen sus tripas de metal cuando está en funcionamiento porque  le impedían conciliar el sueño. Cuando me casé, me lo regaló encantado de no volver a verlo.
Funcionaría perfectamente si volviera, como mi abuela, a darle cuerda todas las noches.