martes, 29 de junio de 2010

CAMPANILLA DE BRONCE

Esta es una de esas piezas heredadas que, de puro fea, estaba perdida dentro de una caja de cartón que estaba perdida al fondo de un armario y que apareció en uno de esos traslados de casa en los que lo normal es perderle la pista.

- ¿Dónde vas con eso?. ¡Con lo fea que es!. A mí de pequeña me daba miedo. Mira, además está rota.

- Pues a mí me gusta.



Y aquí la tengo, en la estantería del despacho junto a las cámaras, las antiguas máquinas de escribir, las cachimbas, la colección de minerales y fósiles...

Es una campanilla de bronce que mide 11 cm. de altura. Representa a una elegante dama vestida al estilo Luis XIV o Luis XV, de finales del S. XVIII, época en la que supongo, está fabricada la campanilla.

De vez en cuando la cojo y la hago sonar. Tiene un tintineo no demasiado agudo como de basílica, de invitar al silencio, de prestar atención.

Me la imagino en la mesa de despacho de un antepasado notario, de amplias y canosas patillas haciéndola sonar para ver aparecer por la puerta al amanuense cargando pliegos de papel con la tinta todavía fresca.

viernes, 18 de junio de 2010

CÁMARA FOTOGRÁFICA DE CAJÓN.

Hace ya un montón de años, motivos profesionales me llevaron a trabajar la fotografía en el aula. Montamos un laboratorio fotográfico en una habitación vacía y en él iniciábamos a nuestros alumnos a jugar con la luz y el papel sensible. Enseñamos a los niños a fabricar una cámara con una caja de zapatos pintada de color negro por dentro con un pequeño orificio que le servía de objetivo.

Busqué sin éxito una cámara primitiva para saber cómo se hacían las fotos más antiguas. Hasta que, por fin, encontré ésta en una almoneda de Birmingham. La cantidad que me pidieron por ella era tan ridícula que no dudé en comprarla. Me costó 3 Libras

Es una cámara de cajón Houghton-Butcher fabricada en 1912. Está dotada de una lente de menisco, dos aperturas y dos velocidades una instantánea y otra permanente. Tiene un encuadre directo y dos prismas uno vertical y otro para apaisado.

Usa película de medida inglesa de 2 ¼ B que aún se puede encontrar en tiendas especializadas o a través de Internet. El problema es el revelado, ya no hay laboratorios y los aficionados que lo tienen, no suelen disponer de condensadores para este paso de película.

Es la primera de esta pequeña colección que desde entonces no ha dejado de aumentar. Todas ellas en perfecto estado y listas para funcionar si fuere preciso.

miércoles, 9 de junio de 2010

MI COLECCIÓN DE COPAS.

Coleccionar vidrios es hacer una apuesta por la integridad física de la propia colección. Creo que es la colección más frágil que se pueda tener.
La empecé hace ya muchos años y hoy tengo más de doscientos ejemplares traídos de todas las partes del mundo.

Ninguna pieza ha sido robada (Al menos por mí). Muchas de ellas, sobre todo las venidas de fuera son regalos que acepto con gusto. Las más de las veces son copas o vasos que vienen de regalo cuando compras el estuche, otras veces los he comprado en bares o cafeterías, en las que me han pedido cantidades dificilmente asumibles o me los han regalado de mil amores.


El verano pasado, mi hermana paqueña me mandó una caja llena, lo que le dió un buen impulso a la colección.


Mi ejemplar más valioso es un vaso de cerveza traído de la India.


La última adquisición ha sido una copa que me ha traído desde Bélgica un compañero de trabajo de mi hija en Lisboa, Tom Lapage. Por supuesto, la tengo puesta en sitio de honor.